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El rol silencioso de los párpados: guardianes invisibles de la salud ocular

Cada vez que parpadeamos, nuestros párpados realizan una tarea vital: proteger, hidratar y equilibrar la superficie de nuestros ojos. En el spa de ojo seco Ver la Vida, sabemos que muchas molestias oculares empiezan —o se perpetúan— por un mal funcionamiento palpebral.

Función de los párpados

Empecé, hace poco, a preguntarles a los pacientes durante la consulta sobre qué función creían que cumplen los párpados. 9 de cada 10 pacientes respondieron: “protección”. Hoy te cuento por qué los párpados son mucho más que una “cortina” sobre tus ojos.

  1. Los párpados: una película protectora en movimiento

Parpadear no es un simple reflejo. Cada cierre y apertura de párpado es una acción precisa y necesaria: distribuye la lágrima sobre la superficie ocular, elimina pequeñas partículas y mantiene el ojo húmedo y oxigenado.

Cuando este mecanismo falla —por blefaritis, meibomitis, mala posición palpebral o disminución del parpadeo (muy común frente a pantallas)— la superficie ocular sufre. Aparecen síntomas como ardor, visión borrosa, sensación de arenilla o incluso dolor. Deberíamos parpadear entre 25 a 30 veces por minuto. Está estudiado que cuando usamos el celular, parpadeamos apenas 6 veces por minuto. Mientras que charlando con alguien o caminando el promedio es mayor de 30 parpadeos por minuto. 

  1. Párpados y ojo seco: una relación íntima y constante

En la mayoría de los casos de ojo seco, los párpados tienen un papel clave. Si no se abren y cierran correctamente, si sus glándulas no funcionan bien, o si hay inflamación crónica en su borde, la lágrima se vuelve inestable y el ojo empieza a padecerlo.

Las glándulas de Meibomio —ubicadas en el borde de los párpados— producen la capa lipídica de la lágrima, que impide que se evapore rápidamente. Cuando se obstruyen o inflaman, esa capa se pierde… y el ojo se seca.

  1. ¿Qué signos te deben hacer prestar atención a tus párpados?

Enrojecimiento en el borde de los párpados.

Pestañas con costras o mal direccionadas.

Sensación de “algo en el ojo”.

Picazón frecuente o ardor al despertar.

Parpadeo forzado o tensión al abrir los ojos.

  1. ¿Cómo cuidarlos? La respuesta está en el diagnóstico personalizado

En Ver la Vida realizamos una evaluación integral de la función palpebral: evaluamos cómo parpadeás, cómo funcionan tus glándulas, si hay inflamación o alteraciones en la anatomía del párpado.

Porque cada caso es único, y cada tratamiento también.

La higiene palpebral, la estimulación térmica, la luz pulsada (IPL), la terapia con luz de baja intensidad (LLLT) o los masajes especializados pueden devolverles a los párpados su rol natural: cuidar tus ojos sin que lo notes.

  1. Ver bien también empieza por parpadear bien

Cuidar tus párpados es cuidar tu visión, tu comodidad y tu calidad de vida. Es darle a tu mirada un descanso y un entorno saludable para brillar.

Cierre: Una pausa, un parpadeo, un alivio

En un mundo que exige ojos abiertos y atentos todo el tiempo, aprender a cuidar tus párpados es un acto de salud visual y de autocuidado. En Ver la Vida, te ayudamos a redescubrir esa pausa natural que tanto bien le hace a tus ojos: el parpadeo.

Y siempre voy a insistir en el “parpadeo consciente” para mejorar nuestro promedio. Cada tanto, acordarnos de parpadear 3 o 4 veces. Tal es así, que a los pacientes les envío por WhatsApp un video para que recuerden “parpadear” para así, con más alivio, ver la vida.

 

Dr. Luis Nieto Silva

Especialista en Superficie Ocular