La córnea es la primera capa que cubre la parte frontal del ojo. Es totalmente transparente, pero no por eso menos importante. De hecho, es la lente con mayor poder de enfoque de todo el sistema visual humano: aporta aproximadamente el 70% del poder refractivo del ojo.

Gracias a su curvatura perfecta y a su claridad cristalina, la córnea permite que los rayos de luz entren con precisión, se enfoquen correctamente y formen imágenes nítidas sobre la retina. Sin ella, o con una córnea alterada, la visión se vuelve borrosa, distorsionada o incluso dolorosa.

Una estructura viva y delicada

Aunque es delgada (entre 0.5 y 0.6 mm en el centro), la córnea está compuesta por varias capas, cada una con funciones vitales. No tiene vasos sanguíneos —lo que la hace aún más transparente— pero sí está ricamente inervada, por lo que es extremadamente sensible.

Es una estructura viva, en constante contacto con el entorno. Por eso, factores como el ojo seco, el uso excesivo de pantallas, infecciones, traumatismos o enfermedades como el queratocono la pueden afectar profundamente.

Cuando la córnea se enferma, la visión se apaga

Como especialistas en superficie ocular, vemos a diario cómo pequeñas alteraciones en la córnea pueden tener un impacto enorme en la calidad visual y en la calidad de vida. Por eso, es fundamental prestarle atención.

No se trata solo de ver bien, sino de ver cómodamente, sin molestias, sin esfuerzo y con nitidez real.

Cuidar la córnea es cuidar tu mundo visual

En nuestro centro, nos dedicamos con precisión y sensibilidad a diagnosticar y tratar enfermedades de la córnea y de la superficie ocular. Porque sabemos que ver la vida —como dice nuestro lema— comienza con una córnea sana.

Dr. Luis Nieto Silva

Especialista en Superficie Ocular